Tomado del libro Rimas y Palabras
Por A.J.Ortega
Es la ciudad de los
pequeños
pelafustanes mendigos
que acechan en las esquinas
a las almas compasivas
buscando su caridad.
Son niños abandonados
que hacen pandillas y tropas
para mostrar las heridas,
golpes, llagas inferidas
y sangrantes bajo las ropas
para llamar la atención
que causa tribulación.
Muestran rostros muy ajados
por el hambre mañanera
muy rastrera de estos
pobres
mutilados que imploran
la vergonzante piedad,
de la limosna infamante
que no es redentora
tanto como lo es opresora.
Ellos no tienen niñez
Pues se ha acabado con los años
que pasan con los engaños
de la vida en las esquinas
sin dulces ni golosinas,
ni juguetes que soñar.
Son hijos del duro abandono
Que los tira por las calles
A la tarea limosnera
Con la que calman el hambe
destino de nunca acabar,
Oh humillante y vil sustento
para padres que no son
familia
Por los vicios de fumar y
de beber
Porque también son pordioseros
en esta ciudad de frío
espanto,
que a esos seres con un destino
olvidado por la rica sociedad
que hace hipócrita ostentación
cuando dice que los ama tanto.
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