Tomado del libro Rimas y Palabras
Por A.J.Ortega
Los ojos de esa ventana
observan con doble faz,
unas veces viendo dentro,
y otras por la calle están.
Sus párpados son gruesa
tela
que guardan misterios
profundos
que son unas veces del alma,
cuando no causas perdidas
de destinos errabundos.
de destinos errabundos.
Temprano por la mañana,
sobre el brillante cristal
los rayos del
sol
reflejan la luz en su
claridad.
En la noche muy galana
los ojos de la ventana
protegen tras la cortina,
de las manos las caricias
y de la boca las ansias.
¡Pero ay ventana!,
también marco eres
de la cara maquillada
de la traidora mujer
que sabe guardar la mudez
de alcahueta Celestina.
¿Por qué entonces lo
indiscreto
del amor se oculta al ojo?,
Si por querer quedan penas,
¿de qué vale que se esconda
el que es ruidoso placer?.
Es que en aquello del sexo
el deseo suele ser loco
cuando hay tal privacidad
que es la cortina de
sombras
que se esconde en lo carnal
sin una gota de afecto.
No es nada mas ni nada menos
el cuadro que la mente
vuelve imaginario placer
que nos muestra lo que
ocurre
en penumbras de la noche,
con la luz de luna llena
bien coronada de estrellas
que se refleja en crespones
de blancas nubes de seda.
¡Oh ventana de miradas
también indiscretas
que te asomas en lo oscuro
de la calle a chismosear!
Que si pecados se hablaran,
cuantas cosas se contaran
del mundo a tu alrededor,
y de ladrones y
extraños,
cuyos rostros recubiertos
por arrugas de los años
todos los días ves pasar,
O de tantas indiscreciones
a tu espalda cometidas,
detrás de las arrugadas
cortinas que parecen viejas.
Pero nada escapa a tu mirada
que mantienes muy abierta
para cuidar el desnudo
del alma nuestra.
del alma nuestra.
Idílica fortaleza tienes
por todo aquello que sabes,
ya que a nadie contarás
lo que tu mirada ha visto
sin tener que parpadear.
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