Thursday, December 11, 2014

DIALOGO DE GENERALES

Tomado del libro Cuentos,historias &relatos 
Por A.J.Ortega

 

- “Mi General cumplida su orden, cayó el capo Fernandino”, dijo con voz emocionada el General Carlos Alberto Fracica, comandante de las fuerzas de desplazamiento del ejército de Colombia.

Los dos hombres importantes del ejército que se hablan con elogios para cada uno, están vestidos con trajes de campaña. Hace tiempo que viven en el monte persiguiendo a todo lo que tenga apariencia de narcos o guerrilleros.

 

- “Lo felicito y le digo que esos son los resultados que el país espera de su ejército” contestó el General Comandante de las fuerzas armadas Jorge Enrique Mora, que en ese instante ratificaba   públicamente su honor militar ante el gobierno, la nación y el mundo.

Días antes, este hombre al que usualmente tostado por el sol, había hecho en una rueda de prensa una declaración valerosa:

 

“La guerrilla comunista de Colombia, cultiva, fabrica y comercia cocaína desde los aeropuertos clandestinos que construye. Son el nuevo cartel de la droga y del mercado negro de las armas. El ejército tiene pruebas de ello”.

 

El mensaje era una bomba de fondo para las conversaciones de paz que adelantaba el gobierno con la subversión, porque en repetidas ocasiones el propio Presidente  se había negado a admitir las vinculaciones de las FARC con el narcotráfico.

Solo que en esta oportunidad las pruebas del general Mora contaban con todo el respaldo del alto mando militar, que sin consultar tampoco con el presidente de la República, se anticiparon a confirmar los documentos graficos y mas pruebas documentales que estaban en poder del Comandando del ejército.

La nación entera se conmovió y esperó de Pastrana una reacción inmediata ante el golpe que las fuerzas militares le habían asestado a sus conversaciones de paz. Pero contrario a lo que se pensaba inusitadamente el primer mandatario guardó silencio y solo días después ante la conmemoración de un evento en la Escuela militar, respondió con energía pidiendo lealtad a las FF.AA con la democracia y con el presidente de la República.

 Pastrana  volvió a defender a las FARC del cargo de narcotráfico, como estrategia política para mantenerlos sentados dialogando.

En ese instante nadie daba un penique y dos maravedíes por la cabeza del general Jorge Enrique Mora.

Sin embargo para el gobierno separar de su cargo al bravo General  era golpear a su ejército a nombre de la guerrilla y eso era una grave equivocación  que podría concluir  con unas fuerzas armadas que ya habían demostrado que estaban decididas a ser políticamente más deliberantes ante los errores del gobierno.

 

Jugándose el todo por el todo, Pastrana mantuvo a Mora al frente del cargo, pero lo conminó a presentar pruebas de sus acusaciones.

 

- Se las daré de carne y hueso señor Presidente.

 

El General sabía que podía conseguir las pruebas  porque en ese momento le estaba pisando los talones de Tomas Medina Caracas, alias “el negro Acasio”, Comandante del frente 16 de las Farc y Jefe narcotraficante de los límites con Brasil que estaba en compañía de  Fernandino, el Pablo Escobar de los cariocas.

Con  una acción de fuerza militar  Mora los persiguió hasta el borde de la selva y allí encerró a los dos importantes narcotraficantes en un círculo sin salida.

Acasio se entregó primero y confesó que hacía tres meses estaba protegiendo a Fernandino, el socio de las Farc en el narcotráfico y que era éste quien les vendía armas para la guerrilla con el visto bueno del “Mono Jojoy”, el brazo derecho de “Tirofijo”, jefe de las FARC.

Por la confesión de Acasio El general Fracica se enteró entonces hacia donde se dirigía el capo Fernandino que había perdió dos dedos de una de sus manos y llevaba un brazo enyesado.

Se supo entonces que  al momento de separarse para despistar al ejército y tratar de romper el cerco militar,  “El Negro Acasio” dejó en compañía de dos guerrilleros de las FARC al hombre del Brasil. Pero como se encontraban  sitiados por 200 soldados de las fuerzas especiales del ejército y 3000 hombres de Despliegue rápido que rodeaban un perímetro de cuatro kilómetros en la selva del Guainía,  prácticamente les era imposible  escapar. Sabiendo que no podía evitar el cerco militar Fernandino tuvo que entregarse. Tenía fiebre y el olor a sangre lo mantenía atacado en sus heridas por miles de agresivos moscos de la selva.

Con la captura de Fernandino el domingo siguiente los hechos demostraron que Mora tenía la razón en todo.

 

- Yo les entregaba 10 millones de dólares mensuales, les vendía armas para todos los frentes y recibía de ellos 22 toneladas de coca, confesó el capo del Brasil. 

Era la prueba reina sobre las actividades de narcotráfico de las FARC que Jorge Enrique Mora necesitaba entregarle al gobierno y la había conseguido como se lo ofreció a Pastrana con la captura del capo del Brasil en carne y hueso. En este instante el general descansa sobre sus laureles, porque Pastrana reiteró desde Québec la declaración que antes hiciera de frente al Ejército”: Las FARC van a tener que explicar esas vinculaciones con el narcotráfico”.

El presidente, que se supone es un hombre con alguna prudencia, aprovechó esa oportunidad para darle al país y al mundo las razones del fracaso del proceso de paz porque no estaba negociando con guerrilleros sino con narcotraficantes y de acuerdo con la Constitución y las leyes de Colombia  estaba en la obligación de combatirlos como a  delincuentes comunes levantados en armas.

 

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