Tomado del libro Rimas y Palabras
Por A.J.Ortega
Nadie llamará a mi puerta.
Qué Abandonado me encuentro.
Siento la soledad del silencio
que parece un eco lastimero
del murmullo de tu voz
que escucho cargada de recuerdos
con palabras vacías de perdón
envueltas en hipócritas tristezas.
En la casa no hay más que huellas
de murmullos transformados en ausencias
y sórdidos olvidos que conmigo se
quedaron
cuando juraste ante la cruz del redentor
que nunca jamás a verme volverías.
Desde entonces en el entorno
solo quedan ráfagas de sombras
que como el frío abandono,
todo el tiempo están presentes
en el lecho castigado con tu ausencia.
Cómo me siento de paria y de triste
esta noche en que no puedo dormir
de tanto pensar que has cumplido
tu juramento solo como cruel castigo
para trastornar mi mente tu indiferencia.
Oh Dios mío por favor ayúdame
con la muerte a dejar de pensar en ella!!
Tu juramento como cruel castigo. Que bien amigo mio. Felicidades.
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