Tuesday, June 9, 2015

LA OTRA DROGADICCIÓN




Tomado del libro Cuentos, Historias & Relatos Tomo I
Por A.J.Ortega


El tema es de alta controversia. Comencemos entonces con una pregunta directa para usted. ¿Cuántas pastillas medicinales se acuerda  haber ingerido durante su vida y cuantas está consumiendo hoy por prescripción de su médico?

El interrogante lo motiva la noticia que acaba de ser publicada por todos los medios de comunicación del mundo. Los virus que afectan pulmones, ojos, oídos, nariz y garganta, como los infecciosos o las bacterias que causan sintomatología de fiebre y dolor, se han fortalecido por el uso y consumo indiscriminado de drogas como la penicilina y los anti-bacteriales debido a la automedicación personal.

Virus que eran considerados pasajeros como la gripa, están evolucionando hasta convertirse en enfermedades de inusitada larga duración y de pronóstico reservado o grave hasta el punto de esperar de ellos la muerte.

 

¿La causa?

 

El uso de antigripales que han terminado por debilitar la acción del sistema inmunológico, es decir los códigos de resistencia celular y autodefensa del organismo humano.

 

El uso de medicinas que se ofrecen libremente en el mercado, se consumen bajo la hipótesis sintomatológica que diagnostica quien padece síntomas de enfermedad creando en la generalidad hábitos de consumo.

 

Hábitos que se adquieren por la supuesta mejoría corporal, aunque no exista la previa investigación de la adaptabilidad del cuerpo al bombardeo de la variedad de medicinas que se le suministran, lo que está causando cambios negativos en el sistema inmunológico defensivo.

 

La respuesta del organismo ante la invasión de cuerpos externos y extraños como el virus, comienza a ser más lenta y débil cuando previamente se han consumido medicinas destinadas a estimular las defensas que los combaten.

 

Esas sustancias elaboradas en laboratorios alteran definitivamente la respuesta orgánica auto curativa que se produciría sin la medicina.

 

Si nos detenemos a analizar nuestro propio expediente médico vemos que el consumo de drogas formuladas de químicos estimulantes, supresivos de todo tipo, son suficientes para hacer cambiar los registros naturales de la defensa orgánica del cuerpo.

 

Antidepresivos, antigripales, antialérgicos, analgésicos, jarabes, somníferos, antiácidos, supresores o estimulantes del apetito, antiespasmódicos, suplementos para la memoria, antivirales, píldoras adelgazantes, laxantes, enzimas digestivas, progesteronas, hormonas, vitaminas, calcios y sustancias energéticas, anticoagulantes, descongestionantes nasales, visina y soluciones anti irritantes, los antioxidantes y miles de otras drogas que se consumen por años y desde la infancia han vuelto a las personas realmente adictas a medicinas legalmente fabricadas y comercializadas sin ninguna restricción que producen miles de trillones de dólares de utilidad al año.

 

Entremos por simple ejercicio de observación a esa droguería o farmacia en que se ha convertido nuestro hogar y revisemos los cientos de frascos de toda clase de medicamentos que le hemos metido al cuerpo y sobre los que nunca consultamos la posología de la contraindicación.

 

Ese panorama muestra  la razón y el interés que comienza a existir en científicos que ya están investigando la resistencia que ha fortalecido a las enfermedades conocidas de siempre y contra las cuales ya no operan las medicinas tradicionales. Existen otros interrogantes por responder y relacionados con problemas que se originan en corazón, hígado y riñones por frecuentes consumos de toda clase de sustancias químicas que mejoran un sistema, pero con el agravante que terminan afectando a otro que puede ser más importante.

 

Las estadísticas en los hospitales van a demostrar en el futuro incrementos notables en enfermedades cardiovasculares y pulmonares en personas menores de treinta años y de ahí en adelante en el sistema renal o el sistema hepático.

 

Por ahora nadie puede dar una cifra cierta de la influencia de los antidepresivos en conductas antisociales o de auto violencia como el suicidio.

 

Pero lo más indicativo de ese consumo adictivo e incontrolado de medicinas disponibles en supermercados, es que el hombre está desarrollando dependencia al consumo de sustancias que le ofrecen la eterna juventud, la belleza y la salud y que realmente lo que hacen es debilitar el sistema inmunológico y crear la posibilidad de disfunción y degeneramiento de órganos vitales que al final llevan a la muerte prematura, lo que ya se califica en los consultorios médicos como la otra adicción a las drogas.

 

1 comment:

  1. Muito interessante. Nunca havia pensado sobre esse assuntom

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