Por A.J.Ortega
- ¿Saben ustedes por qué ocurren los terremotos?
La mayoría entiende que
se trata de movimientos que ocurren bajo tierra causando destrucción a todo lo
que se encuentre de pie en la corteza terrestre, lo que demuestra la debilidad
de un hábitat que a causa de un terremoto se derrumba en tan solo unos pocos
segundos.
Pero hoy muchas teorías
interpretativas de la causa de los terremotos y de las cuales voy a tomar la
que afirma que el hombre es responsable de esos cataclismos porque se niega a
entender el lenguaje geológico de la tierra, que lo previene con anticipación
liberando gases por los cráteres de los volcanes.
Esos gases, cenizas,
lavas, son los que dejan un espacio vacío en el interior de la tierra que
circula entre la combustión interna que se mueve y retroalimenta creando nuevas
presiones que se elevan hacia la corteza de la tierra con la poderosa actividad
del fuego del que participan todos esos elementos que evolucionan en presiones
en todo el centro de la tierra y que son el soporte de la corteza terrestre y
de las movedizas placas tectónicas.
Cada terremoto provoca
una cantidad extraordinaria de pérdida de la presión que sostiene la corteza
terrestre, que como una cáscara de huevo se quiebra por la acción que provoca
el levantamiento de las capas tectónicas por sus partes más débiles derrumbando
todo lo que tiene encima y formando nuevas grietas subterráneas que se vuelven
caminos de fuentes de agua.
Los movimientos sísmicos
dieron origen a la cadena de volcanes que se formaron alrededor del mundo
durante miles de millones de años comenzando durante la etapa de formación de
la tierra y durante su etapa de enfriamiento como proceso natural.
Pero con la aparición
del hombre autor del progreso civilizado, lo que está ocurriendo ahora, parece
que fuera consecuencia del incalculable peso que aportan las construcciones de
los asentamientos humanos acompañados de su actividad económica que se ha
reflejado en la necesitan destruir los bosques con la práctica de la
deforestación para reemplazarlos por autopistas rodeadas de poderosos centros
industriales, comerciales y de viviendas, cuyo peso sobre la corteza terrestre
es inconmensurable con cuyo consumo vienen secando las fuentes de agua, que son
fundamentales para mantener el equilibrio ecológico de una humedad necesaria a
todo el diámetro terrestre.
El agua superficial y
subterránea que es requerida en miles de millones de metros cúbicos fijos, es
otra fuente de presión hacia arriba para sostener el peso de la corteza
terrestre y para mantener la temperatura necesaria del equilibrio productivo y
vegetativo que riega la parte superficial a través de ríos, lagos y mares, que
por calentamiento producen evaporación que da origen a la lluvia, que a la vez
se resume en corrientes internas que por las grietas llegan al centro de la
tierra para convertirse en vapor por combustión y que rápidamente se está
agotando debido al consumo humano e industrial de manera indiscriminada.
Lógicamente esto termina
afectando la tarea de la presión natural hasta que la placa tectónica reemplaza
los vapores eliminados con nuevos recursos de vapor de agua que mantienen la
fuerza de soporte y la humedad de abajo hacia arriba, dándole a la vez la
temperatura que requiere la corteza terrestre para su maduración vegetal.
Quien tenga un claro
sentido de la observación podrá darse cuenta que los terremotos se producen con
más frecuencia donde existen grandes fuentes de agua que la tierra busca para mantener
su equilibrio interno. Todas las ciudades construidas en el Estado de
California, en Méjico, la India, Japón, Centro y Suramérica, hacen parte de
zonas sísmicas de importancia, porque tienen abundantes fuentes de agua.
Todo ensayo de bombas nucleares
que se hicieron en el mar, todo bombardeo de áreas terrestres que produjo
movimientos de tierra de arriba hacia abajo y de forma no natural, posiblemente
bloquearon muchas fuentes internas de agua o pudieron haber cambiado el curso
de su destino terrestre en muchas áreas, elevando las temperaturas requeridas
para mantener el equilibrio ecológico de la humedad.
Destruir un árbol es
como matar a un recolector de agua provocando resequedad que por falta de las raíces
facilitan movimientos de tierra que a la vez aumentan la temperatura que al
romper su equilibrio hace llover más dónde no se debe, u origina inundaciones
incontrolables, destruyendo vegetación requerida para humedecer la vida natural
vegetativa y animal que a la vez están compuestas de agua en alto porcentaje.
Es entonces cuando La
tierra procede a hacer esos reajustes activando los volcanes que diseñan
grietas que son caminos a nuevas fuentes de agua en la cantidad que le sea
necesaria a su equilibrio.
Parece que con cada
movimiento telúrico la madre tierra hablara a sus hijos para preguntarles si es
ella sola la que debe hacer todo ese trabajo de reconstrucción o si puede
contar con el concurso del hombre para evitar todas las catástrofes que están
creando con su actividad inconsciente contra la tierra para caer al final en la
trampa que lo lleva a su propia destrucción.


Magnífico!
ReplyDelete