Sin embargo,
la muestra anterior es significativa de un país que es cabeza de la civilización
mundial porque además lidera el progreso humano con los avances de la ciencia y
la aplicación de la técnica en todo el desarrollo económico y social que se
refleja en la influencia que E.U. tiene en los mercados internacionales. El
tamaño territorial de la suma de los 51 Estados de la Unión Americana, supera
los 9.350.000 K2 y sus exportaciones de millones de productos se miden en trillones y cuatrillones de
dólares al año. Norteamérica tiene influencia política como cabeza de turco en
las Naciones Unidas, la Organización de Naciones Americanas, en la OTAN, en los
Bancos mundiales e internacionales en los que ejercen la dirección de las
inversiones orientadas hacia el capitalismo de libre empresa. Sus tropas hacen
presencia en regiones de conflicto buscando mantener la paz que garantice
seguridad de mercados que representan a la vez a las enormes inversiones
económicas industriales, hoy consolidadas por el Tratado de Libre Comercio que
se impulsa desde el gobierno demócrata. Siguen siendo muy importantes sus
aportes a la investigación científica del universo del que han extraído
importantes secretos de su composición física sacando de ello poder para
defender su propia seguridad nacional. Todo ello compartido en el desarrollo
interno no solo de su economía poderosa, sino reflejada en el progreso de su
población que ostenta la mejor calidad de vida jamás lograda por el hombre. El concepto
pos modernista de la vida americana se ve en la uniformidad de su arquitectura
en todas partes donde se ostenta el ofrecimiento a sus habitantes de la más
selecta gama de aparatos eléctricos y técnicos que no solamente se usan en el
entretenimiento de la vida diaria, sino como factores de desarrollo en la comunicación
con el mundo en todas las áreas de la dinámica económica que se ofrece en el
mercado internacional. Nada de lo que se exhibe en la vitrina de los
descubrimientos más adelantados en todas las técnicas de producción avanzada le
es ajena a éste país que se da el lujo de tener el mercadeo más completo de los
productos innovadores de la industria y la ciencia que se usan por su orgullosa
población en todos los más lejanos de sus rincones geográficos. Increíble poder
comprobar esta experiencia en las obligadas paradas que se hacen por el camino
a Yosemite, que ya se vislumbra cercana con su naturaleza misteriosa porque
hemos avanzado cinco horas a paso veloz y con una gran ansiedad de llegar para
cargarnos de energías a las que nos acercan sin tropiezos las amplias
autopistas californianas. (Continuará)
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