Paz en la gloria que es la tumba del maestro Gabriel José de la
Concordia García Márquez.
Antes de llegarle la muerte, la fama lo había cubierto
con el manto del éxito ilimitado que lo arropó siempre como lo hace con los
seres que han logrado destacarse de manera extraordinaria entre la población
mundial.
Pero como la vida no es eterna,llega el momento en que la fama flaquea por el error humano del pasado que queda expuesto al juicio de la esteril crítica porque el que ya está muerto, no puede
defenderse.
Como escritor, Gabriel García Márquez fue inmejorablemente talentoso y original
en la temática de sus libros aunque a mí me molestó mucho la lectura sobre el
tema de sus putas tristes.
Su Obra principal “Cien años de soledad” fue definida
por el mismo escritor, “como un ballenato de 350 hojas” que fue sin embargo el
que lo hizo merecedor del premio Novel de Literatura en 1982.
Pero esa selección irreversible de la
Academia que otorga el premio Novel de Literatura, no dejó de despertar inquina en
escritores de talla internacional como la de Vargas Llosa que esperaba que el
galardón con su premio en moneda dura recayera en él, lo que despertó en el
peruano la amarga actitud que se reflejó en la acusación que le hizo a García
Márquez de haber plagiado a Honorato de Balzac (autor de la Comedia humana) por
lo que en una ocasion en que se encontraron Vargas Llosa le propinó una tremenda trompada de la que se dijo había
obedecido a un supuesto lio de faldas. Lo molesto del asunto fue mientras Vargas Llosa le gritaba a plena
voz en cuello “cortesano de
Fidel Castro”. Tal vez lo que quiso cobrarle Vargas Llosa con su ira fue su
desacuerdo periodístico porque García Márquez había patrocinado con
sus escritos una revista de izquierda pro castrista, que luego fue la que a originó
una investigación del gobierno presidido por Turbay Ayala que lo
acusó de tener nexos financieros con la guerrilla del M-19, lo que propició su salida
de Colombia con destino Méjico donde se exiló, para poco despues recibir la ciudadanía protectora
de sus actividades políticas.
La parte que parece cruel en la vida del
premio Nobel, es que todos los honores que recibió en su carrera literaria no
provinieron solo de la izquierda sino del capitalismo, porque Gabo logró acumular
con la venta de sus libros, una riqueza inapreciable que provino de la traducción
y venta de su trabajo publicado en treinta y siete idiomas y porque además varias
de sus obras fueron llevadas al cine elevando a su autor a la tarima de la fama
como capitalista por ser en ese momento,
repito, uno de los escritores más ricos del mundo.
Podría afirmarse sin temor a equivocación, que aquel
que vivió la dura pobreza y muere rico, es seguro que nunca hubiera podido olvidar
la humildad y estrechez que tiene que vivir el que nada tiene. Razón suficiente para que
Gabriel José de la Concordia García Márquez nunca se hubiera referido a su inmenso
patrimonio que era de más de trescientos millones de dólares.
No quiero afirmar de manera irresponsable que por
esa razón, el justamente Laureado Garcia Marquez hubiera tenido que saltar de la izquierda
pobre al campo capitalista de los ricos de manera vergonzante por lo que prefiero pedir prestado a
Shakespeare, para terminar esta nota, la frase con la que describió a una de
sus obras, que se aplica en esta ocasión para definir la debilidad humana que nos lleva hasta la hora de la muerte a permanecer en la contradiccion ideológica, que cabe "En la comedia de las equivocaciones" que tambien vale la pena admirar porque nos hace reir.
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