Monday, October 12, 2015

LA MUJER MODERNA.


Tomado del libro Cuentos, Historias & Relatos Tomo II
Por A. J. Ortega

La campaña a  la presidencia de los E.U. incluye  a dos mujeres candidatas, una por el partido Republicano y la otra por el demócrata.
Se diría que son opciones con grandes oportunidades de éxito, porque la población femenina supera el 55% de todo el hábitat  con capacidad de voto. Pero representan tales candidaturas, las necesidades y aspiraciones de la mujer en general? La candidata demócrata es una política avezada, que ha estado vinculada al poder   por cerca de treinta años, habiendo sido Senadora  y candidata a la presidencia enfrentada a Obama, de cuyo gobierno tomó la secretaría de Relaciones exteriores, con muy pobres resultados en su gestión internacional y podría afirmar  que, como la mayoría la ven,  con un fracaso total. A esa candidata se le ha acusado desde el pasado de ser una mujer mentirosa y corrupta implicada en la muerte de su amante, con el que le puso los cuernos a su marido el presidente de entonces. Se le acusa de haber utilizado el poder que obtuvo por entrega de sus promesas de campaña  a su contrincante que le vendió por más de diez millones de dólares que había invertido en su propia publicidad fracasada; de haber utilizado informaciones secretas sobre plantas de producción nuclear  como Secretaria de Estado que vendió a Rusia por muchos millones mimetizados en ayuda de apoyo a su nueva candidatura  a la presidencia y para que ese país enemigo las adquiriera , lo que logró hacer con un éxito que además de vergonzoso, es de gran peligro a la seguridad nacional de los E.U.  Instigó aportes de cientos de millones de dólares para  las fundaciones sin ánimo de lucro de su marido y recibió caudales de dinero solicitado por ella para su candidatura, esta vez como mujer símbolo, que consiguió recibir  de países donde el trato a la mujer es vejatorio, lo que significa maltrato, humillación, padecimiento, abuso, tortura e injusticia. Ha mentido y respaldado el uso del presupuesto de los E.U. para que se hubiera organizado la venta de partes de fetos humanos, algunos vivos, con la excusa de que ello sirve a la ciencia para sus investigaciones, acusando a los que se oponen a tal miserable comercio como retardatarios y enemigos del progreso. . La pregunta que nos hacemos, es si tal mujer es representativa de los valores intrínsecos del sector femenino de América que realmente  representa en el país más poderoso de la tierra las más justas e inquietas  necesidades de lograr el sano equilibrio de derechos para la mujer que aún es víctima de abusos e injusticias en todos los órdenes. Es entonces tal candidata demócrata  el buen ejemplo como dueña de una conducta ejemplar, no solamente como ser humano, sino como política?  Y lo mismo la Candidata Republicana que surge del sector privado Industrial alegando títulos de triunfos nacidos en el poder y ayuda de un multimillonario  accionista de la empresa  donde por su ayuda poderosa ella logró sobresalir dejando una dudosa  gestión que ha comenzado a recibir agrias y justificadas críticas?  Leamos entonces una visión crítica sobre que lo necesitamos saber  de la mujer moderna.
Al otro extremo  y en una de las más importantes ciudades de los E.U. el metro  de Nueva York se detiene por unos segundos en la estación a pocos metros del puente alto de Queens sobre  la avenida Roosevelt.
 
Por las puertas automáticas que  en ese instante se abren, comienzan  a salir una parte de esos millones de pasajeros que se movilizan durante el  día y en particular  a la hora en que comienza la faena del trabajo  matutino en la ciudad en la que toda la clase de actividades son practicadas por la variedad humana que compone su población  ocupada en toda clase de trabajos y como es de imaginarse,  siempre ruidosa. Se observa un volumen notable de mujeres que componen esa variedad admirable que en ese instante abandonan ese medio de transporte que las acerca a toda suerte de ocupaciones  en los que se desempeñan con eficiencia y por qué no decirlo, con honestidad a pesar de los injustos salarios  que reciben por ello.
 
Son los finales días de la primavera  que había comenzado con esa  corriente sofocante  de viento caliente o con que la nueva estación anuncia la llegada del verano contagiando  con  la pesada ola de calor y nuevas energías a toda la naturaleza que se ofrece en los alrededores y en particular continuando la tradición de mucho calor que lo abarca todo en la  civilización industrial moderna. No son pocas las palabras  que se pueden utilizar para definir el muestrario de miles de  lujosas vitrinas decoradas con extraordinaria imaginación que atrae  el interés de visitantes extranjeros y de todo el país y que son recibidos por la industria hotelera  de cinco o  siete  estrellas de diamantes, indicando el salto a una comodidad  inimaginable para multimillonarios dueños de industrias muy poderosas de la economía mundial.
Se anuncian en una invasión de vallas,  inimaginables  servicios destinados a esos nuevos reyes que lo tienen todo a su disposición  y a los que la industria hotelera tanto como la oferta de negocios se ofrecen en las instalaciones de  esos  gigantescos edificios cuya arquitectura colinda con el arte más exquisito y los espacios para  esta ciudad donde su población pareciera no dormir nunca, pues trabaja veinticuatro horas al día  como si disfrutara de una  oportunidad  para poder  imaginar al menos  una vida activamente rentable  y sin limitaciones de cuantía tal como lo describe la sutil ambición, que hace que la oportunidad pueda ser descubierta  en los sueños de progreso y por ello  siempre posible.    
 
Hombres y mujeres buscan la misma ventaja aunque  viajen en Metro todos los días con destino al trabajo que hacen parte de un submundo  donde las oportunidades son difíciles de conseguir  y por ello tienen que afanarse para cumplir  compitiendo para salir primero de aquel medio de transporte  para  cumplir los horarios inflexibles del trabajo que provee escasamente el pan de cada día.
En sus rostros no se refleja la sonrisa amable  al levantar obligadamente el rostro para tener que ver el  aviso gigante que está  al terminar de las escaleras del Metro.
La publicidad muestra  a  una hermosa chica, no mayor de dieciocho  años, que se exhibe  prácticamente desnuda  ofreciendo   un celular que sostiene con su pequeña y delicada mano.
 
En ese mismo instante en que todos los pensamientos cambian en la mente de los observadores de tal  publicidad, un hombre mayor, que se mantiene sentado   en  un puesto del Metro que da contra la ventana  desde donde puede verse la hermosa imagen  que también lo deleita, trata de ocultar su forma   lasciva de observar, pero al final se atreve a   hacer un comentario a su compañera de viaje.
 
- Mira, le dice señalando el aviso, ¿Qué pensarán los muchachos de esa chica  de su misma edad cuando la ven transformada en una mujer así?
 
- No creo que vayan a  criticar algo que realmente desean ver, contesta  la mujer de cincuenta y cinco años, que no da mayor importancia a lo que ella considera  desde ya un  hipócrita  comentario.
 
-Se ha vuelto tan desagradable esa tendencia que  usa el desnudo publicitario en todos los mensajes de ventas porque no solamente contribuyen a la vulgaridad  que explota la sensualidad,  sino que  envían al público un mensaje falso y degradante de la mujer, insiste él buscando encontrar  en su compañera de viaje  un acuerdo en esa opinión para no entrar en controversia  
 
-Eso es lo que desean ver los que han adoptado esas imágenes como una forma de vida, responde fríamente su interlocutora.
 
-Pero yo estoy seguro  que todavía hay millones de personas a las que eso no le gusta, insiste él en su argumentación y acomodándose  para lo que va a ser un  buen tema de discusión, en el momento en que el Metro comienza a correr de nuevo sobre los rieles orientándose  veloz hacia el centro de la ciudad de Nueva York considerada internacionalmente la capital financiera del mundo.
 
-Es muy curioso oírte decir eso porque realmente todos los  hombres sienten excitación con esas imágenes, no les causan molestia, al contrario. Una cosa es que expresen una crítica “honesta”  como la que acabas de hacer, que  definitivamente no es verdadera, porque  todos  y tú incluido la hacen de dientes para afuera como si estuvieran realmente disgustados, aparentando una falsa moral frente a sus hijos o esposas, cuando no frente a otras personas, cuando  lo que realmente sienten es atracción sexual por esa o cualquiera otra  imagen que les produzca excitación.
 
-Pero la mujer  piensa hoy igual cuando ve imágenes desnudas de hombres, responde él  tratando de acomodar su trasero en el asiento.
 
-Así es. Ya los hombres nos  mezclaron en ese juego y no podemos retroceder. Nos exigieron  cambiar la buena actitud por la mala,  hasta el punto que hoy la mujer no puede retroceder  ese error por ella misma. El otro día te preguntaba qué sentiste cuando miraste los pechos de la mujer que vestía una blusa muy descotada  y que cruzó por tu lado insinuante, como diciendo esta cosa es mía y de nadie más. Podría decir con certeza, que sólo tú sabes lo que pensaste, aunque en ese instante te delataba  el tamaño de tus ojos y  porque entonces guardaste silencio; es decir, negaste  lo que sentiste dentro, aunque exactamente sabías hacia dónde  habías dirigido tu  mirada para llamar a tu excitación mental. Sabes, por experiencia de viejo, que no haberla mirado como lo hiciste  cambiaría una costumbre, un hábito, un deseo, y eso haría la diferencia, ya que si no existiera esa mala costumbre, por qué tendrían los hombres que observar ciertas zonas de la mujer, si ella  está compuesta también por otras formas como el pensamiento y la espiritualidad?
 
-Yo no tengo ese hábito, ni miro como dices, replica él  torciendo  su cabeza hacia la ventana desde donde podía  ocultar su rubor  queriendo hacer pensar a su interlocutora  que ahora estaba observando   la selva de cemento de la ciudad  sin dar importancia a lo que en ese momento era solo un juego de ideas para lograr una conversación simple.
 
-Siempre los seres humanos solemos excusarnos con palabras cuando los hechos son  tozudos, insiste  ella ¿Cómo se  sentiría un hombre, si la mujer sólo dirigiera la mirada a su órgano sexual y jamás le dirigiera la mirada a su cara? ¿Se sentiría limpio el hombre? ¿Se sentiría bien, admirado?
 
-No lo había pensado, la verdad es que yo me sentiría muy mal.
 
-Esa misma reacción de repudio  se produce en la mujer, pero los que están acostumbrados a desnudarla con la mirada no se detienen por ello.
Jamás escuchan lo que ella tiene que decir, porque tienen la mente y los ojos ocupados en las partes del cuerpo que les interesa  tener para manosearla  en sus mentes sucias o en las imágenes que ven en medios masivos como la televisión que con sus cámaras quiere descubrir lo privado del cuerpo femenino. Para eso el hombre compra revistas que  desnudan a chicas ignorantes que  se prestan  para darle gusto,  no solamente a los ojos de sus compradores sino a todas las mentes torcidas   que tienen la necesidad de quitarle el velo al desnudo: es un imperativo    para cada  cerebro que  se mantiene  alerta a lo sexual, a eso están enseñados, eso es lo que hacen cada vez que pueden.
 
- Tienes razón, responde él, pero ¿hacia dónde va el mundo con todo esto? ¿Qué nos espera cuando no haya nada que destapar?
 
El predominio de la brutalidad y la perpetuidad del abuso sin castigo posiblemente. Lo que he observado –continúa el hombre viejo-es que cuando la gente de abajo se tomó los medios de comunicación trajo sus malos hábitos libidinosos a la vida social.
 
La mujer tuerce su rostro hacia él y lo mira con la dureza de la que tiene un reprimido resentimiento.
 
- ¡Qué equivocado estás!, le dice con enérgico tono de voz. Ello no proviene de una sola clase social. Eso tiene profundas y antiguas raíces en todas las clases sociales. Desde la primera batalla de los sexos en el bolsillo del guerrero  siempre estuvo presente el dinero, unas veces  representado en cosas que regalaban a la mujer destinada a ser el premio para el guerrero  triunfador que además solía pagar su amor con monedas de oro. El dinero siempre pagaba  la compañía  de la mujer en la cama que era  el lugar en el que se quería estar, eso era  todo. Yo creo que la corrupción de las ideas siempre ha estado en los dos  ámbitos. ¿O es que me vas a decir  que la prensa y la televisión no han mostrado la misma vulgaridad e inmoralidad siempre? ¿Cuándo recuerdas haber leído  alguna buena enseñanza en esos medios que desnudan a la mujer, pero que frente a su fotografía  porno  moralizan?
 
-El Metro se detiene de nuevo y él contesta
 
- Me pones a pensar.
 
- La diferencia es que  hoy la mujer se desnuda más, pero ayer  igual la usaban como objeto, igual le  quitaban la ropa para vender e incitar otras ideas. ¿O es que antes no lo hacían?  Siempre  a la mujer le han quitado su valer, siempre la han usado para vender  y una vez la desnudan  le proponen   que  venda su cuerpo, que es la única propiedad que tienen interés de comprarle.
 
El Metro sigue su camino casi vacío.
 
- Y en ese juego entró el hombre que se ha vendido a la par, porque eso también le significa dinero, y hoy se desnuda y se prostituye  como lo hace la mujer. Es que la compra-venta de seres humanos se ejerce desde los dos lados. Si miras el pasado verás que  siempre existió una forma de corromper a los niños, porque también los volvieron eunucos para ofrecerlo al placer perverso de  los reyes que los  abusaban  sin tener que someterse a la crítica. La corrupción en si misma nació en la  riqueza, nació en la opulencia, nació en el poder. No abajo, no entre los pobres. Nació arriba en la opulencia. El poderoso le enseñó al de abajo a venderse por dinero y si se hace un juicio objetivo, es a través del dinero que se pueden obtener todas las mujeres, todos los hombres  y todos los vicios del mundo. ¿No fue así? ¿No ha sido así siempre? ¿No fue el rey el que le enseño que con dinero podía obtener homosexuales y prostitutas para  cumplir con el placer morboso de sus ideas? ¿No es el mismo mercado de carne humana que existe hoy mimetizado en todas las clases sociales, cuyo mercadeo se cuenta en cientos de miles de millones de dólares?
 
- hmmm.
 
- Siempre se quiere cambiar la versión culpando al que está abajo, como si el que está arriba no tuviera más responsabilidades por ser el que más está llamado a dar buen ejemplo. No se debe ver una cosa y pensar otra. Esa no es la correcta manera de enjuiciar ni de ver los hechos.
 
El Metro va veloz  sobre los rieles que emiten un rumor de esfuerzo  que parece quejarse cuando se detiene.
 
- Claro que en muchas culturas esas épocas ya han sido superadas, dice el hombre en el momento en que el Metro tuerce la ruta que ha de pasar sobre el puente que conduce al  mercado Chino.
 
- Si lo decimos por todos los cambios de la conducta social que estamos presenciando, debemos aceptar que lo que vemos hoy es el resultado de ese ayer. El pasado no se deslinda del eterno presente. Nada deja de ser resultado del ayer. Todos los efectos son causas de ese ayer. Hoy, lo que tu le achacas al comportamiento de la plebe que desprecias como si fuera la única basura  responsable de las conductas despreciables. En eso también te equivocas, porque todo  es el resultado de esas mismas acciones que ocurrieron en el pasado y que se repiten una y otra vez en un tiempo en el que las malas acciones parecen haberse detenido arriba  sin cambio  para que todos las imitemos como conductas que no deben cambiar.
El hombre ha construido una verdadera civilización desde entonces, ha dictado leyes de comportamiento premiando los valores eternos, dice  el interlocutor como argumento traído de los cabellos.
 
-¿De verdad lo crees? ¿Que hubiera pasado si esos reyes o esos seres que gobernaron el mundo, en cambio de separar a la raza humana en clases sociales absurdas, la hubieran sumergido en la educación orientándolas  a buscar la perfección en su propia evolución? ¿No hubieran hecho de ellos seres verdaderamente libres, capaces, dueños de un destino promisorio?
 
- Pues sí, pero la realidad es que la raza humana tuvo que dar los primeros pasos  de orden social a base de imaginación, pero  adoptados  con sentido  de clase, porque desde ese mismo principio despreciaron  a los otros seres humanos con el mote de plebe fueron esos mismos seres que tu  señalas como  generosos, los que mostraron  que esa mugrosa división de clase  era necesaria porque si no, no hubieran tenido a quien gobernar, ni serían tan poderosos y dueños de la industria de la corrupción que nos ha tocado tolerar desde entonces. Los hombres mi querido amigo, necesitan  algo, o a alguien a quien culpar por todas las ideas sucias que tienen y por ello acusan a Dios de ser el creador de sus  deficiencias y de haber ordenado las cosas así como están. Dios creo la vida en la materia, pero la dotó de la evolución libre  que condujo a la aparición del hombre  que trajo el progreso  que aún se encuentra lleno de vacíos y defectos  que desde la conducta necesitan ser corregidos en la vida humana. La verdad es que una de las peores  realizaciones del hombre es la vanidad  que  siempre lo hará sentirse  orgulloso de estar arriba de todos haciendo lo que le provoca y de tener a alguien a quien corromper, si ello contribuye a consolidar su vocación de poder.
 
- Ninguna clase Social distingue el deseo sexual porque igual incita  al rico o al pobre. Yo creo que el problema no se circunscribe a cuánto dinero se tiene para poder pertenecer a una clase y comportarse como tal, sino en la debilidad de la naturaleza que se lleva dentro y que llamamos demonio, concede él.
-¿Cuántas veces no puedes evitar que tu mente te dé  esas imágenes perversas de cuya autoría  sindicas al pobre? Qué pasó por tu cabeza al ver a esa chica hace solo unos  minutos?  No te diste cuenta que yo te observaba?  ¿Entonces, si las imágenes salen del pobre y tú las adoptas,  eso  te hace pertenecer a la plebe? ¿Cuál sería la diferencia? Si igual la mujer que está en la calle o la que acabas de ver en el aviso publicitario puede ser deseada por tus ojos que son los que  envían  la imagen a tu  mente donde tú la complementas con tus propias  ideas pensando lo que le harías si fuera tuya, sin tener consideración a su estatus social?
 
- El problema, y en ello estoy de acuerdo contigo, está en lo que llena la cabeza de la gente y que al comienzo dije que era la forma de vida moderna en la que el sexo es predominante.
 
- Estoy de acuerdo. Solo que….
 
- Déjame continuar- le pide ella poniendo su índice sobre sus labios-,  Pero cuando el sexo pertenece a un complemento puro y limpio  de una relación de pareja  donde se entrega la totalidad de cada uno  para hacer el momento mas pleno y perfecto, donde el verdadero ser humano expresa plenamente su capacidad  de procrear, de compartir la felicidad de expresar ternura, ¿por qué corromperlo esos momentos y volverlo prostitución que es negocio sucio?
 
- Dios sabe por qué, responde él conmovido de sí mismo por no tener argumentos para controvertir.
 
- Precisamente, porque el ser humano creó a un Dios que no es hombre y que no es mujer, pero que es el que más se parece al mismo hombre, que es el que le atribuyó  en grado sumo todas las virtudes  que pudo imaginar y  por eso ese  Dios no tiene pareja, porque  a la mujer jamás ese mismo  hombre la  dignificó para tener el  puesto de diosa  porque no quiso compartir con ella el poder y por lo mismo  la ensució, la  enlodó y hoy no es sino el resultado de ese efecto y por ello la definen como basura humana que se desecha cada vez que el  pensamiento vulgar  se dirige a ella. Y no importa si  el  mismo desorden se encuentra en el hombre y por lo mismo  esa mujer  actúa con ideas independientes, porque se sabe  apetecida y entonces por qué no cobrar por ello si el hombre está dispuesto a pagar lo que se le pida si sabe por anticipado que a ninguno  le interesa una mujer complicada, que exija un cortejo para poder acercársele. Es por ello que la mujer que piense lo contrario estaría fuera del juego. La que estúpidamente se proclama mujer moderna necesita ser libertina, y loca para demostrar que es  espontánea y feliz porque  puede pertenecerle a todos. Una mujer como la de antes no existe, hoy no es pensada para matrimonio, porque la ven como un problema, como un estorbo para la moda del libertinaje. ¿Para qué la mujer va a querer volver  atrás?
 
-Por lo menos a los buenos ejemplos que otras mujeres dejaron, responde el hombre tímidamente
 
- Pero, no me vayas a entender mal, eso ni  siquiera es una garantía para  la mujer inteligente o  Sabia que está interesada en   progresar. O  es que alguna mujer que ocupe un mejor puesto en una oficina importante ¿ gana más dinero que una prostituta?
 
Por la afueras de la ciudad, el Metro recorre el verde paisaje de un bosque de pinos que se suceden interminablemente.
 
-De pronto esa notoriedad no existe  porque la mujer se vendió en todos los sentidos, y de esa manera domina al hombre que cayó en la actitud más absurda y diminuta de la vida, al dejar que su órgano sexual sea el que decida a quien va a seleccionar como pareja.
 
-Así ha sido siempre.
 
- Jamás han observado lo que es el sexo que da origen a la vida que por si misma es maravillosa, jamás se lo han preguntado, porque le temen a la respuesta, porque todos creen que el sexo está en la mitad de las piernas de cada género y eso es absurdo. El sexo está en cada célula, el sexo hace  parte de la vida que llevamos, el sexo somos nosotros, cada uno, lo respiramos y lo vivimos, pero no en una acción vulgar, no creando el deseo a cada instante que vemos  a la mujer o cuando ella nos ve con el mismo derecho a formarse la misma idea.
 
El hombre mayor toma la mano de aquella mujer para decirle arrepentido.
 
-Se necesita que cada ser empiece a entender que mientras todos mantengamos un pensamiento infamante, seremos lo mismo, porque el hombre es lo que piensa.
 
- Si, son los comportamientos que se transmiten y se vuelven iguales. Por eso las hijas de hoy serán hijas de madres usadas y abusadas, ¿ podrán ser las que viven de ejemplo con violencia, mejor que sus madres?  No, porque jamás podemos esperar que alguien dé lo que no tiene. Y la culpa de todo esto está en la misma mujer, en su  irresponsabilidad al juzgarse a sí misma. Es decir en su temor a dejar de ser lo que era, cuando desde el comienzo debió sostener su capacidad lógica e inteligente de actuar, su sobriedad, su capacidad de análisis, la  autoridad que es en  el hogar.
La mujer pudo  haber sido el polo totalmente opuesto a la violencia del hombre, a su locura e irracionalidad, solo tenía que  sostenerse, solo ser capaz de demostrar que  siendo como era  hacía existir otro ángulo de la vida, pero no, no tuvieron la fuerza necesaria para imponerse, no fueron  persistentes hasta alcanzar el éxito, allí fue donde se acabó la mujer como fuente de un concepto de la vida, porque decidieron volverse como los hombres. El error ni siquiera le pertenece al hombre, si eso te consuela oír, porque la mujer se dejó llevar por la imitación. El tiempo que invirtieron para conseguir sus libertades y  sus derechos ya está perdido en el olvido y por eso no les valió de nada. Esas mujeres inteligentes ni siquiera cuentan en la historia. No merecen el recuerdo de las mujeres que están vivas y siguen siendo abusadas. Ellas ya olvidaron la existencia de un buen un pasado y el ser que se olvida de su pasado no tiene futuro.
 
- Cierto. Confirma él
 
- Por ello encontrar seres con capacidades diferentes hoy es un tesoro, realmente lo es. Lo que debemos hacer es proteger y cultivar a esos seres, eso vamos a tener que destacarlo en cada oportunidad.
 
- Eso es lo que tenemos que hacer con autoridad, decir con fuerza lo que  pensamos. En eso consiste dar la batalla. Para que el hombre rectifique, tiene que pensar en su madre, en sus hijas y hermanas antes de degradar en su mente a la mujer que ve pasar y darse cuenta entonces del papel que ella juega en los conceptos buenos y malos que les aplica.  En su actitud respetuosa está lo  que debe hacer. Pero si para él la mujer es solo un objeto sexual, ¿Para qué comparte su vida con una de ellas, si puede tenerlas a todas?
- De acuerdo, No estamos buscando una vida en pareja sino una vida sexual y eso es diferente; porque la vida sexual es sentirse insatisfecho y por ello es que el hombre busca todo el tiempo la infidelidad.
 
- La vida en pareja-dice ella- es la comprensión absoluta de todos los deseos y pasiones y eso no lo encuentra el hombre si no se toma el tiempo de buscarlo. Cree que probando encuentra, cuando ni siquiera lo explora en su propio hogar. Solo piense lo que un hombre siente cuando es engañado por su esposa y piense lo que siente cada mujer cada vez que el hombre hace lo mismo. Cuando algo es así, ese ser humano debe pensar no vivir con la pareja que vive. Eso se lo he dicho muchas veces ¿Para qué buscamos hacerle daño a quien no lo está haciendo a nosotros? Eso no es amor.
 
En ese momento, la conversación se corta por la interferencia del pequeño  micrófono oculto entre las paredes del vagón casi vacío  que  anuncia la llegada a la Estación de Manhattan fin del viaje.

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